[FIC] Beyblade Metal Return

Un encapuchado camina sobre el lugar que alguna vez fue su hogar, intentando nublar los recuerdos que lo apegaban a el. Había aprendido la lección de no cometer los mismos errores de aferrarse en el pasado. Pero no fue por ese motivo que lo visitó. Lo habían citado. Sabía bien que no perdería su tiempo en banalidades. Recuerda que cuando estaba entrenando con sus compañeros de batalla. En uno de los tantos callejones de la ciudad, interrumpieron su concentración; un objeto que se le hacia muy familiar, una peonza de colores oscuros que mantenía un perfecto balance siguiendo el mismo ritmo de sus contrincantes. Tanto así que se obligo a retirarse del juego, durando varios minutos mas la lucha. No era necesario usar todas sus fuerzas en una pelea que por si se sabía quien era el ganador. En un conocido rival. Se levantó con pesimismo sobre una caja de madera, usada y botada por los mismos ciudadanos, hizo una señal para que sus colegas detuvieran el ataque al misterioso adversario. No estaban acostumbrados a recibir visitas cordiales, a menudo eran atacados por bandas callejeras que querían tomar el callejón donde se hospedaban. Sus colegas respetaron la decisión de su líder y lo dejaron pasar. Respondiendo por resultado un último giro a sus peonzas y cada uno de ellas regreso a la mano de sus respectivos dueños.

El encapuchado seguía caminando alrededor de cenizas que hacían sospechar un feroz incendio. Para él era común encontrar estos casos. Cuando era niño veía desde el balcón de su casa, hombres con grandes máquinas que talaban árboles, provocando la furia de la naturaleza. Destruyendo a su paso hogares en las montañas y dividiendo familias. El viento borraba las huellas de lo sucedido, tan solo quedando de entretenido el encanto de la luna nueva.

El invitado detuvo su peonza, en señal de paz, dando el mismo movimiento del de sus contrincantes. Presentándose de las sombras un muchacho de mayor edad con una singular armadura blanca que cubría su pecho y la mitad de su rostro. Sus colegas no pudieron ocultar su asombro, reconociéndolo al instante aquél muchacho que era el que fundo el grupo. La voz femenina de una adolescente, distinguida del grupo por ser la única mujer y por llevar una larga cabellera azul recogida por una cola, pronuncio su nombre o como lo llamaban por esos tiempos “Jim Tem-pes-tad”

Las nubes empezaban a disiparse, dando paso al resplandor de la luna. Había llegado muy temprano (como siempre) de lo acordado .El viaje se le hacia largo desde la ciudad, recordó que no eran tantas horas de trayectoria. Su cuerpo olvidó por completo el pesado cambio de clima que siempre sufría al viajar a la capital, se había acostumbrado a quedarse en un mismo lugar. Ya no era más el nómada que le encantaba viajar y descubrir nuevos horizontes.

El invitado asintió, quitándose el pedazo de metal que tapaba la parte inferior de su rostro- No han cambiado nada Saint Shields –sonrió complaciente a los cuatro jóvenes que seguían mirándolo con diversas expresiones. Un robusto, moreno y rubio, que se le diferenciaba por su gran tamaño; se le acerco diciéndole -Sigues con tu atorrancia – correspondiéndole el saludo. Junto al rubio, un pequeño de cabellos verdes, hizo un gesto de bienvenida –Mariam y yo te hemos extrañado-agregó, entusiasmado como de costumbre. Señalando a su hermana mayor, que solo lo saludó con la mirada. Y él, que estaba por detrás de todo el grupo, respetado por sus miembros, incluso por el más robusto, terminó diciendo- Bienvenido, Hiro –Fue un cálido recibimiento al ex líder.

La noche avanzaba, nada nuevo acontecía, nada fuera de lo usual. Seguía esperándolo con cierta impaciencia. Comenzó a jugar con su peonza, examinando el lugar de no encontrar algún espía. A pesar de ser reconocido por una persona seria, no perdía el interés de entretenerse de vez en cuando, con su mejor amigo .El espíritu que habitaba dentro de su herramienta de batallas. Mejorar técnicas y crearlas era su manera de divertirse. Aunque para los demás les resultara muy agotador, estaba acostumbrado al trabajo duro.